La glorificación de las enfermedades mentales

La glorificación de las enfermedades mentales es considerada negativa y hasta a veces insultante para las personas que las "padecen". Sin embargo, como una de estas personas, me atrevo a diferir de este punto de vista.

La idea de que romantizar las enfermedades mentales es nocivo proviene del supuesto daño que esta produce no solo a las personas comunes sino también a la comunidad neuroatípica. Este daño es causado por personas que pretenden ser de la comunidad por equis razones. Ellos son criticados porque al parecer sus acciones insultan a aquellos que realmente poseen condiciones particulares y porque básicamente son ridículas. ¿Pero es esto en realidad tan malo?

Enojarse porque alguien pretende tener tu enfermedad es no solo tonto, sino que también contradictorio. Esto es porque este enojo está basado en que a uno le disguste que otro lo copie, lo cual da a entender que está poniendo en valor al elemento de ellos que está siendo imitado. Sin embargo, las personas que se quejan de esta nueva tendencia solo resaltan lo negativo de sus enfermedades y se crispan con la idea de que otros la representen como algo que pueda tener algo positivo. ¿Das a entender que lo que tienes es positivo pero te enojas cuando un neurotípico hace lo mismo en su propia manera?

Dije que este enojo es tonto porque en realidad no hay ninguna violación a tus derechos fundamentales ni ninguna falta de respeto cuando alguien te copia (además, tú no creaste tu enfermedad, ¿verdad?). En realidad, hasta debería interpretarse como algo positivo. No solo a veces es una forma de halago el ser imitado, sino que también cuando tu condición es glorificada te hace ver lo positivo en ella. (¿Cómo podría ser positiva mi enfermedad mental?)

Sé que es difícil coincidir lo que digo en especial cuando te tomó mucho esfuerzo aceptar tu condición y lo único que tienes como consuelo es la apropiación de tu enfermedad. También reconozco que tal vez tú no cometas la contradicción expuesta arriba y solo veas tu enfermedad como un regalo. Sin embargo, hay que analizar bien la situación. Hay que darnos cuenta que en realidad estas personas, por más ridículas que te parezcan, en realidad no nos están agrediendo.